miércoles, 13 de julio de 2011

14 DE JULIO DE 1968: EL DIA QUE AMADEO LLORO EN EL ARCO

Promediaba el primer tiempo en Liniers, cuando de repente, estalló la ovación: decenas de miles de pañuelos blancos se agitaron en el aire en una muestra de respeto, admiración y cariño. Amadeo Raúl Carrizo, el Gran Amadeo, batía el record de invulnerabilidad de una valla vigente hasta entonces. Había superado los 743 minutos sin recibir goles en su arco. El  "Amadeo...Amadeo" bajó desde la popular de River (que entonces correspondía a la tribuna que da espaldas al Barrio Kennedy) y se extendió por todo el estadio. Entonces Amadeo, con su grandeza más enorme que nunca, se sacó la gorra que cubría su cabeza y saludó levantando uno de sus brazos, mientras que secaba las lágrimas que le corrían por sus mejillas. 
El invicto se extendería hasta los 4 minutos del segundo tiempo (sumando un total de 769), instante en que Carlos Bianchi convirtiera el gol de Vélez Sársfield. Casi en el final, Daniel Onega empataría el partido, cerrando el resultado.  Nunca me voy a olvidar de aquélla tarde gris y fría.  

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